El escenario de Little Mountain: más que un lugar para tocar

Cuando se piensa en un escenario, lo primero que suele venir a la mente es un lugar lleno de luces y ruido. Pero en Little Mountain, el escenario es todo lo contrario: un rincón rodeado de naturaleza donde la música suena diferente, más honesta, más libre. Este espacio no solo es ideal para tocar, sino también para grabar, ensayar o compartir momentos únicos.

El escenario de Little Mountain está pensado para artistas que buscan algo más que una tarima. Se trata de una plataforma ubicada al aire libre, perfectamente integrada en el entorno natural de Altea. Aquí, los conciertos y ensayos se convierten en experiencias íntimas, donde el público (si lo hay) y los músicos se funden con el paisaje.

Este espacio ha sido utilizado tanto para grabaciones acústicas como para showcases privados, vídeos musicales o sesiones de improvisación. Gracias a la calidad acústica del entorno y a los servicios adicionales del estudio (técnicos de sonido, grabación audiovisual, fotografía), es posible registrar actuaciones únicas con una estética muy especial.

Además, para quienes buscan una conexión más profunda, el escenario puede ser parte de una experiencia completa: grabar durante el día, tocar al atardecer y descansar bajo las estrellas en la caravana.

El escenario de Little Mountain es mucho más que un espacio para tocar: es un lugar donde la música se vive con todos los sentidos. Ideal para artistas que valoran la autenticidad, el contacto con la naturaleza y la libertad de crear sin filtros. Porque aquí, cada nota suena distinta, y cada momento cuenta.